-
loading
Solo con imagen

Alma dia


Listado top ventas alma dia

La Paternal (Capital Federal)
Cuando leo artículos como el de Clarín del sábado titulados: “A 7 de cada 10 argentinos no les alcanza el tiempo” me acuerdo de la frase “El yoga no te quita tiempo, te da tiempo”. También me acuerdo de mi profesor de Raja Yoga diciéndome hace “tiempo”: “En realidad no tenés tiempo… el tiempo no te pertenece, no es algo de lo que uno disponga”. Y esta es la frase que más me gusta analizar y recordar la mayor cantidad de veces. También está la otra frase famosa e irónica “Si tenés tiempo para Facebook, tenés tiempo para Yoga” (reemplazá la palabra yoga por cualquier otra actividad que represente usar el tiempo de manera significativa). Curiosamente una de las elecciones de los argentinos cuando tienen un poquito de tiempo libre es “mirar Facebook”. Ahora, ¿Qué es tiempo libre? ¿Y qué es tiempo ocupado? ¿Acaso es tiempo ocupado el que usamos trabajando horas de más, durmiendo de menos, no desayunando, no encontrarse con amigos y familiares, abandonar la actividad física y convertirse en una "couch potato" frente a la tele o el iphone? Aparentemente eso es todo lo que se deja de hacer por estar “ocupado” o por falta de tiempo. Ahora, ¿ocupado en qué? Si ninguna de las cosas esenciales para el cuerpo, el alma o la mente están dentro de ese tiempo “ocupado”, acaso no hay un error garrafal? La profundidad del “no tener tiempo” hace que inevitablemente se caiga en la ruedita que gira y la ratita y el vivir en estado de alerta ansiosa todo el “tiempo”. Y esto de usar el tiempo de formas no satisfactorias permanentemente a la larga deriva en la aparición de enfermedades. Porque nadie puede negar que el cuerpo precisa la medicina de alimentarse bien, dormir lo necesario, ejercitar los músculos, nutrir el espíritu y bucear la profundidad del ser... y es ahí cuando la enfermedad irrumpe para “salvarnos”de perdernos la vida. Osho, en el libro “365 meditaciones para el aquí y el ahora” lo dice así: Trabajad con equilibrio: “El mejor arreglo es trabajar en el mundo pero sin perderse en el. Trabajad durante cinco o seis horas, luego olvidaos de todo. Dad al menos dos horas a vuestro desarrollo interior; unas pocas horas a vuestra relación, al amor, a los niños, a los amigos, a la sociedad. Vuestra profesión solo debería ser una parte de la vida. No debería solaparse en todas las dimensiones de vuestra vida, como sucede por regla general. Un médico se convierte en un médico durante casi las veinticuatro horas. Piensa en ello, habla de ello. Incluso cuando come es un médico. Mientras hace el amor con su mujer, es médico. Entonces es una locura; es enfermizo. Para evitar esto, la gente escapa. Entonces se convierte en buscadora las veinticuatro horas del día. Una vez más, comete el mismo error de ser algo las veinticuatro horas al día. Todo mi esfuerzo radica en ayudaros a estar en el mundo y, sin embargo, a ser buscadores. Desde luego es más difícil, porque habrá más desafío y situaciones. Es más fácil ser un médico o un buscador. Será complicado ser ambas cosas, porque eso os proporcionará muchas situaciones contradictorias. Pero una persona crece cuando tiene ante sí situaciones contradictorias. En la agitación, en ese choque de contradicciones, nace la integridad. Mi sugerencia es que trabajéis de seis a ocho horas y que las dieciséis horas restantes no seáis médicos. Emplea dichas horas para otras cosas: para dormir, para la música, la poesía, la meditación, el amor o para holgazanear. También eso es necesario. Si una persona se vuelve demasiado sabia v no puede holgazanear, se torna pesada, sombría, seria. Se pierde la vida”. Otros sabios como Ajahn Chah son un poco más tajantes y nos recuerdan la existencia permanente e inevitable de la muerte. Hace unos días, dando una clase, mencioné este hecho inevitable, “no sabemos si despertaremos mañana”. No fue muy bien recibido. Pero no seamos ilusos. Cada mañana que despierto, y si estoy con Hugo me pasa más, lo veo a mi lado, me veo respirando, miro el día x la ventana y le deseo el bien a todos. Si miro lo que recibo como un regalo, inevitablemente baja la ansiedad. Luego durante el día, muchas veces me pesco corriendo, alerta, produciendo, planeando proyectos, lo cual, por suerte es haciendo lo que amo, pero también tuve décadas de literalmente perder el tiempo haciendo algo que no amaba. Como ven el tema da para mucho, para el análisis y la reflexión. La recomendación de Osho es acertada, y las prácticas meditativas de 5 minutos diarios también lo son. No hay que convertirse en monje, ni en hermitaño, sino en transitar el camino del medio. Yo te invito a la práctica de yoga. Si te gusta empezar o terminar la semana sintiéndote como un nuevo ser, sumate a las clases grupales o individuales. Verás, con alegría, que el tiempo es oro y el que brilla eres tú. PlaY tiene clases todos los días y también a domicilio.
Ver aviso
Argentina
ORIGINAL DE EDITORIAL PLANETA SOLO TRABAJAMOS LIBROS NUEVOS Pasaron más de veinte años de silencio mientras recomponía mi vida en el exilio. Para cada cosa hay un tiempo y este libro, al igual que su autor, necesitaban un proceso de maduración, autocrítica y humildad. Solo así estaría listo para sentarme a escribir historias que aún hoy para la sociedad colombiana siguen siendo un interrogante. Colombia también ha madurado para escuchar y por eso consideré que era hora de compartir con los lectores mi vida al lado del hombre que fue mi padre, a quien amé incondicionalmente y con quien por imperio del destino compartí momentos que marcaron una parte de la historia de Colombia. Desde el día en que nací hasta el día de su muerte, mi padre fue mi amigo, guía, maestro y consejero de bien. En vida, alguna vez le pedí que escribiera su verdadera historia, pero no estuvo de acuerdo: ?Grégory, la historia hay que terminar de hacerla para poder escribirla?. Juré vengar la muerte de mi padre, pero rompí la promesa diez minutos después. Todos tenemos derecho a cambiar y desde hace más de dos décadas vivo inmerso en reglas claras de tolerancia, convivencia pacífica, diálogo, perdón, justicia y reconciliación. Este no es un libro de reproches; es un libro que plantea profundas reflexiones sobre cómo está diseñada nuestra patria y sus políticas, y por qué surgen de sus entrañas personajes como mi padre. Soy respetuoso de la vida y desde ese lugar escribí este libro; desde una perspectiva diferente y única en la que no tengo agenda oculta, contrario a la mayoría de los textos que circulan sobre mi papá. Este libro no es tampoco la verdad absoluta. Es un ejercicio de búsqueda y una aproximación a la vida de mi padre. Es una investigación personal e íntima. Es el redescubrimiento de un hombre con todas sus virtudes pero también con todos sus defectos. La mayor parte de estas anécdotas me las contó en las frías y largas noches del último año de su vida, alrededor de fogatas; otras me las dejó escritas cuando sus enemigos estaban muy cerca de aniquilarnos a todos. Este acercamiento a la historia de mi padre me llevó a personajes ocultos por años, que solo ahora estuvieron dispuestos a contribuir con este libro, para que mi juicio y el de la editorial no estuvieran nublados. Pero sobre todo para que nadie, nunca más, herede estos odios. No siempre estuve al lado de mi padre, no me sé todas sus historias. Miente quien diga que las conoce en su totalidad. Me enteré de todas las memorias que contiene este libro, mucho tiempo después de que sucedieron los hechos. Mi padre jamás consultó ninguna de sus decisiones conmigo, ni con nadie; era un hombre que sentenciaba por su propia cuenta. Muchas ?verdades? de mi padre se saben a medias, o ni siquiera se conocen. Por eso contar su historia implicó muchos riesgos porque debía ser narrada con un enorme sentido de responsabilidad, porque lamentablemente mucho de lo que se ha dicho pareciera encajar a la perfección. Estoy seguro de que el filtro de acero que puso Planeta con el editor Edgar Téllez contribuyó al buen suceso de este proyecto. Esta es una exploración personal y profunda de las entrañas de un ser humano que además de ser mi padre lideró una organización mafiosa como no la conocía la humanidad. Pido perdón públicamente a todas las víctimas de mi padre, sin excepciones; me duele en el alma profundamente que hayan sufrido los embates de una violencia indiscriminada y sin par en la que cayeron muchos inocentes. A todas esas almas les digo que hoy busco honrar la memoria de cada una de ellas, desde el fondo de la mía. Este libro estará escrito con lágrimas, pero sin rencores. Sin ánimos de denuncia, ni revanchismos y sin excusas para promover la violencia ni mucho menos para hacer apología del delito. El lector se sorprenderá con el contenido de los primeros capítulos del libro porque revelo por primera vez el profundo conflicto que hemos vivido con mis parientes paternos. Son veintiún años de de-sencuentros que me han llevado a concluir que en el desenlace final que condujo a la muerte de mi padre varios de ellos contribuyeron activamente. No me equivoco si digo que la familia de mi padre nos ha perseguido más que sus peores enemigos. Mis actos hacia ellos tuvieron siempre su origen en el amor y en el respeto absoluto por los valores familiares, que no debieron perderse ni en la peor de las guerras y menos por dinero. Dios y mi padre saben, que yo más que nadie soñé y quise creer que esta dolorosa tragedia familiar, fuese solo una pesadilla y no una realidad a la que me tuviera que enfrentar. A mi padre le agradezco su cruda sinceridad, aquella que por la fuerza del destino me tocó comprender pero sobre todo sin justificarlo en absoluto. Ante mi pedido de perdón en el documental ?Pecados de mi Padre?, alguna vez los hijos de los líderes asesinados Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla me dijeron: ?Usted también es una víctima? y mi respuesta sigue siendo la misma desde entonces: si acaso lo soy, seré el último en la larga lista de Colombianos. Mi padre fue un hombre responsable por su destino, de sus actos, de sus elecciones de vida como papá, como individuo y ?a su vez? como el bandido que le causó a Colombia y al mundo, unas heridas que no pierden vigencia. Sueño que algún día cicatricen y puedan transformarse para bien, para que nadie ose repetir esta historia, pero sí aprender de ella. No soy un hijo que creció siendo ciegamente fiel a su padre, pues en vida le cuestioné duramente su violencia y sus métodos, y le pedí de todas las maneras posibles que abandonara sus odios, que depusiera sus armas, que encontrara soluciones no violentas a sus problemas. En el universo de opiniones que hay en torno a la vida de mi padre, en una sola coincidimos todos: En su amor incondicional por esta, su única familia. Soy un ser humano que espera ser recordado por sus actos y no por los de su padre. Invito al lector a que no me olvide durante el paso por mis relatos, ni me confunda con mi padre, porque esta es también mi historia. Juan Pablo Escobar CONSULTAR STOCK ANTES DE OFERTAR CONSULTE ENVIOS EN CAPITAL Y EN TODO EL PAIS O PODES RETIRAR POR CABALLITO
$ 219
Ver aviso
Concepción-Tucumán (Tucumán)
OJOS DEL CORAZON Y EL CANTAR DEL ALMA LIBROS CON UN GRAN CONTENIDO DE VALORES, QUE NOS AYUDAN EN EL DIA A DIA Y A PONERNOS DE PIE CUANDO SENTIMOS QUE NADA TIENE SENTIDO. PODES COMUNICARTE Al MAIL: carlosav31@hotmail.com Y PODES CONOCER ALGO SOBRE LOS LIBROS EN LA PAGINA WED: www.escritorcarlosvasconcelos.es.tl ME GUSTARIA QUE ME DEJES UN COMENTARIO DESPUES DE MIRAR LA PAGINA, PARA PODER SABER QUE TE PARECIERON MIS LIBROS Y QUE MAS TE GUSTARIA CONOCER DE ELLOS.
Ver aviso
San Cristóbal-Capital Federa (Capital Federal)
Dianetica (del griego dia, atraves, y nous, mente o alma) Es la ciencia de la mente. Mucho mas simple que la Fisica o la quimica, es equiparable a ellas en la exactitud de sus axiomas y esta en un nivel considerablemtente mas alto de utilidad. La fuente oculta de todos los males psicosomaticos y la aberracion humana se ha descubierto y se han desarrollado tecnicas para su cura invariable.
Ver aviso

Avisos gratis para comprar y vender en Argentina | CLASF - copyright ©2024 www.clasf.com.ar.